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Vía Crucis romano en Santiponce

Vía Crucis romano en Santiponce

Puede pensarse que visitar, más aún si es por primera vez, un pueblo o ciudad cualquiera en un día especial, ya sea de fiesta, celebración o evento extraordinario es hacerse una idea errónea del lugar; es verlo «desnaturalizado» o al menos, imbuido de un aspecto inusual. Acudir a Santiponce la noche del Vía Crucis del Aljarafe es, sin embargo, la mejor manera de acercarse a su verdadera naturaleza.

CARTEL VIA CRUCIS 2014

Itálica en el corazón de Santiponce
Santiponce nació a orillas del río Guadalquivir, pero su localización en tierras bajas obligó a su reedificación en 1603, tras haber quedado totalmente inundado.

Fueron los monjes del cercano Monasterio de San Isidoro del Campo quienes cedieron a los poncinos tierras más altas, construyéndose el pueblo sobre parte de las ruinas de la antigua ciudad romana de Itálica.

Publio Cornelio Escipión fundó una ciudad para acoger a veteranos de guerra en el año 206 A.C. constituyendo el primer asentamiento romano fuera de la península itálica y tomando el nombre de ésta. Patria de Trajano, su sucesor Adriano, quien había pasado allí su juventud, la dotó de magníficos edificios especialmente en la parte más elevada de la ciudad, la llamada «nova urbs» que es donde se encuentran hoy en día las ruinas.

El alto nivel social de los habitantes de Itálica, (sólo sabemos de un caso similar en Pompeya y sus alrededores que también surgieron como lugar de descanso de militares retirados), dio lugar a una ciudad con magníficas villas, calles, templos, termas y otros edificios cuyas huellas perviven en uno de los mejores monumentos arqueológicos de la Península Ibérica.

olivos-italicaDesde hace unas décadas un enorme vallado separa los restos arqueológicos del «otro» Santiponce, pero no siempre fue así. Nos lo cuentan los Hermanos Marmolejo, nuestros extraordinarios guías en este recorrido nocturno excepcional. Durante años, arados y expolios entremezclaron teselas, piedras y arena; Itálica era lugar privilegiado de juego para los niños de Santiponce. Los Marmolejo, hijos del reconocidísimo orfebre sevillano Fernando Marmolejo, jugaron y crecieron entre las ruinas y conocen sus rincones como la palma de sus manos. No es de extrañar que, habiendo cambiado canicas por teselas y columpios o toboganes por muros, galerías y termas, los Marmolejo sean todos ellos magníficos artistas y al menos tres hayan continuado la saga familiar dedicándose con gran éxito y prestigio a la orfebrería.

Escenario para un Vía Crucis
Nuestro paseo comienza frente a La Parroquia. Al fondo, a lo lejos, la silueta del Monasterio de San Isidoro del Campo va poco a poco desapareciendo tras la oscuridad de una noche ya casi cerrada. Una multitud de paisanos y forasteros esperamos la salida de las trece cruces de guía de las Hermandades del Aljarafe que preceden a Cristo con la Cruz a cuestas, la imagen titular de la Hermandad de Santiponce. Todas estas cruces formarán las catorce estaciones del Vía Crucis que tendrá como escenario excepcional la arena del anfiteatro de Itálica. Desde la salida todo impresiona: la oscuridad rota solo por el fuego de las antorchas que van guiando a las cruces, los acordes de música barroca que acompañan cada movimiento, el sonido del silencio en cada parada.

inciensoLas calles de Santiponce son largas, las casas blancas y de poca altura, sorprendentemente ajenas al crecimiento desmedido de las últimas décadas. No tardamos en llegar a las ruinas. Esta noche, como cada año el primer sábado de cuaresma no hay muros ni vallado. Santiponce es Itálica o Itálica entera es Santiponce. Sopla un viento suave y fresco según va llegando la procesión al cementerio y a las puertas de la «nova urbs». Frente al muro blanco descansa el paso unos minutos antes de cambiar el camino de arena por la calzada de piedra, el aroma a incienso por el de pino y olivo. La noche es clara a pesar de las nubes o más bien por su causa, pues en ellas se reflejan las luces de la cercana Sevilla. Exceptuando a Roma, no puede haber un lugar más indicado para un Vía Crucis. Estremece ver la imagen del Nazareno avanzando entre los muros del anfiteatro, atravesando calles adornadas con estatuas de Venus delicadamente esculpidas, rozando cipreses y olivos en medio de la espesura del incienso que lentamente se va perdiendo entre las nubes.

santiponce-teatroSantiponce, historia de nuestra historia
Cómo no recordar hoy el tópico «si las piedras hablaran». Si las piedras hablaran en Santiponce contarían la historia de un pueblo y de muchos de nuestros pueblos; contarían nuestra historia. La de los que pusieron en pie una cuidad junto al río Betis, sobre los restos de un antiguo poblado turdetano; la de los invasores llegados del norte de África que pareciéndoles ese río muy grande le empezaron a llamar Guadalquivir (guad-al qabir ó rio grande) y que viendo la ciudad Talika en estado de abandono comenzaron a usarla como cantera, despojándola de columnas y mármoles; la de un rey visigodo llamado Leovigildo que reconstruyó las murallas de la antigua ciudad romana para defenderse de los ataques de su hijo mayor Hermenegildo; la de Guzmán el Bueno que fundó San Isidoro del Campo, el monasterio cisterciense más meridional de Europa sobre una ermita donde estuvo enterrado el propio santo; la de los siglos del medievo cuando la gran urbe romana quedó reducida a los «Campos de Talca»; la de los que empezaron a excavar en las ruinas hasta sacar a la luz cinco importantes monumentos civiles y hasta cincuenta villas típicamente romanas y la de un artista sevillano, que cautivado por el lugar y por lo antiguo, dejó una gran colección arqueológica al pueblo con la que se creó un Museo que hoy lleva su nombre (Museo Municipal Fernando Marmolejo) que recorre la historia de Santiponce, de Itálica y del Monasterio de San Isidoro del Campo.

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Santiponce

Santiponce está situado en el lugar de la antigua Itálica, a 7 Km. de Sevilla.
Es obligado visitar El Conjunto Monumental de las ruinas de Itálica, el Monasterio de San Isidoro del Campo (Conjunto histórico artístico de interés Nacional) y el Museo Municipal Fernando Marmolejo

Itálica: teatro, anfiteatro, casa de los pájaros, casa de la Exedra, casa de Hilas, termas
San Isidoro: Retablo y sepulcro de Guzmán el Bueno de Martínez Montañés
Museo Fernando Marmolejo: Visión general histórica, social y geográfica de Santiponce, El Monasterio y las ruinas de Itálica
Mas información: www.santiponce.es
santiponce-retablo

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2 Comentarios

  1. Manuel Marmolejo

    #1 Manuel Marmolejo 07-03-2013 21:02
    Enhorabuena por este magnifico reportaje. Gracias a las limitaciones impuestas para preservar el conjunto de Italica, Santiponce se ha conservado como un auténtico pueblo, donde todos los vecinos se conocen, muchos con «motes» heredados (existe un manual que habla de ellos) pero con ambiente ciertamente entrañable. Suscribo todo tu artículo y destaco el momento en que el desfile de cruces y antorchas hace su entrada en la arena del anfiteatro, impresiona.
    Una vez mas , enhorabuena.

  2. Vive Santiponce

    #2 Vive Santiponce 12-03-2013 19:06
    Felicidades, buen artículo sobre esta localidad. Una de las mejores cosas de Santiponce, además de su patrimonio, es su gente y su estilo de vida, en este lugar se puede vivir como en un típico pueblo andaluz a tan solo 7 kilómetros de la capital.