La buganvilla (bougainvillea glabra)
La buganvilla es una planta trepadora de origen tropical muy apreciada por la vistosidad de sus colores. Su larga y generosa floración estival la ha convertido en favorita para vestir balcones, balaustradas, tapias y pérgolas. Procede de Brasil y es en climas cálidos y espacios soleados donde mejor se desarrolla. En zonas templadas se planta siempre orientada al sur y se poda al finalizar el invierno para que rebrote vigorosamente.
Desarrolla tallos leñosos con fuertes espinas que alcanzan los cuatro metros de longitud o más y van sujetándose unos a otros pues son bastante rígidos. Puesto que no se comporta exactamente como las trepadoras, si se quiere que la planta forme un tapiz sobre una pared o celosía, deberán ir atándose las ramas a medida que éstas crezcan.
Las hojas son redondeadas, de color verde oscuro. Durante la floración crecen las brácteas, un tipo de hoja modificada de vivos colores violeta, púrpura, rojo, rosa, morado, anaranjado o blanco. Estas hojas, con apariencia de papel de seda, envuelven a las diminutas flores blancas y son las que dan a la planta la belleza y vistosidad que la caracteriza.
La buganvilla crece en cualquier tipo de suelo que posea un buen drenaje. Es conveniente regarla a fondo en primavera y en verano y moderadamente en invierno. Aguanta bien la sequía, pero no las heladas. Su propagación se realiza en verano por esquejes semileñosos.
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