Almudena en Aveiro
Almudena
en Aveiro
Santa Águeda se celebra en muchos pueblos y ciudades de España de diferentes formas, pero todas tienen en común la manifestación del protagonismo de las mujeres precisamente en el día de su santa protectora. El culto a santa Águeda está muy extendido por toda Europa y en España las fiestas en su honor constituyen una antigua e interesante tradición de gran arraigo.
Una santa siciliana
Santa Águeda nació en Sicilia en el año 230. Fue una joven noble, honesta y hermosa que rechazó al gobernador Quintiliano por haber prometido consagrar su vida a Dios. Quintiliano la envió a una casa de mala reputación para hacerla desistir de sus propósitos y renunciar a su fe y al persistir ella en su virtud, mandó que le cortasen los dos senos. Curó de sus heridas por intervención de San Pedro y fue martirizada en Catania arrojándola a unos carbones al rojo vivo. Un año después de su muerte entró en erupción el Etna y los catanios pidieron su intercesión logrando detener la lava a las puertas de la ciudad. Es desde entonces patrona de Catania y de toda Sicilia. Invocada para prevenir daños de fuego, rayos y volcanes, se representa a santa Águeda portando la palma del martirio y una bandeja con dos senos. Se recurre a ella también en partos difíciles, problemas de lactancia etc.… Es patrona de las enfermeras y protectora de las mujeres en general y de las embarazadas en particular. Su fiesta se celebra el 5 de febrero.
Zamarramala en Santa Águeda
Los orígenes de la fiesta de santa Águeda de Zamarramala (declarada de Interés Turístico Nacional en 1976) y de tantas otras localidades de la provincia de Segovia están en el S. XIII cuando tuvo lugar la conquista del Alcázar a los árabes. Se cuenta que, en aquellos días, las mujeres de Zamarramala que era entonces una pequeña localidad cercana a Segovia se ataviaron con sus mejores galas y formando una rueda de baile entraron en el Alcázar. Los guardias encandilados abandonaron sus puestos y se unieron a la fiesta, mientras los hombres castellanos aprovecharon para tomar la fortaleza. La toma del Alcázar tuvo lugar a principios de febrero, coincidiendo con la fiesta de santa Águeda y la participación heroica de las zamarriegas supuso el reconocimiento de una serie de privilegios para Zamarramala y para sus mujeres, entre ellos, el de mandar una vez al año.
Dos alcaldesas con vara de mando
Antiguamente Zamarramala era un pueblo pequeño casi pegado a Segovia, pero hoy en día es un barrio más de la capital. La tradición dice que, con motivo de la fiesta, las mujeres casadas mandan durante tres días nombrándose entre ellas dos alcaldesas que portarán la vara de mando adornada con cintas de colores y la montera de alcaldesa. La fiesta dura varios días. Comienza con la visita al alcalde de Segovia para recibir el bastón de mando y “avisar” de la fiesta a distintas autoridades. En los días sucesivos hay nombramiento de “alcaldesinas” entre las niñas, vísperas en honor de la santa y el domingo, la fiesta grande con procesión, jura de abanderados, baile de jotas, pregón, quema del “pelele”, comida etc.